miércoles, 29 de octubre de 2008

Gotas como puños...

Llueve la sangre del último ángel.
Y se retuercen las lombrices.
Y se pudren las mortajas.
Lloran gotas como puños
sobre el alma de las urbes,
y se cuelan por las grietas
y se deslizan sibilantes
entre lo dulce y lo extraño.
Y en la hora fatal de la senectud
se tuercen de nuevo los clavos.
Se rompen bisagras oxidadas,
retumban los pasos vacíos
de origen y destino.
Y cuando amainan los disparos
el cielo se descubre cobrizo,
manchado de paz y adormecido,
como surco que deja
un llanto de sal.





sábado, 18 de octubre de 2008

Canción en Yo sostenido

Como un sueño dejado caer
entre el llanto de un mar otoñal.
Como flores de otro vergel.
Como copos de furia y sal.
Como sombras vestidas de gris.
Como risas en un funeral.
Como notas de escala menor
en noches de frío invernal

Como todas esas historias.
que siempre dejo para el final...




lunes, 18 de agosto de 2008

A veces soy...

A veces tengo miedo de ser tan poco humano.
De verme desprovisto de emociones, de recuerdos,
de una causa que me impulse a luchar hasta la muerte,
de tener algo hermoso que guardar y defender.

A veces me descubro esquivando las miradas
y pidiendo a grito ahogado no sentirme rodeado
de un gentio que aborrezco, sin ver que por igual
me hundo entre ellos cuando no quiero nadar

Y qué debo hacer, si soy un Jack sin Sally,
un paso primordial hacia el fin del mundo.
Todo es distinto si descubres el sentido
de que nada tiene sentido, nada posee un fin.
Lo eterno no existe y el intento es gesto pueril,
descarado y sin razón, con su olor a vinagre,
su color de centella y su engaño engalanado
en un satén rojo y un acento descubierto.

Y es que a veces creo ser,
pero sé que no soy.
Y al saberlo, me convierto en lo que fuí.
Algo a lo que no estoy acostumbrado a ser...





martes, 25 de marzo de 2008

R.I.P

Así nos va...
Demasiado tarde me percato.
Estoy muerto. Muerto y podrido.
He estado muerto mas tiempo del que creia.
Tanta basura en el interior acabaron por corromperse.
Mis tripas arden como el queroseno al viento.
Mis pulmones yacen huecos y agujereados.
Mi cerebro es poco mas que un nido de gusanos infectos
Mi nombre es...
No consigo acordarme.
Tansolo siento un vacio imperativo por comer
Necesito correr, necesito romper.
Necesito aullar hasta romperme en pedazos.
Tan vacio, tan ausente...
Hermoso ha sido mi tiempo ente los vivos.
Pero no. Ya no.
Mi tiempo ha expirado.
Las sombras me reclaman de nuevo.
Piden que el Tuerto vuelva a ser Rey de los Ciegos.
Y así nos va...
Así, que ni mi nombre puedo exhalar
Y que me queda aquí, si no es podredumbre?
Aquí, donde mi propio hedor me turba
Donde no se llora mi muerte, ni se honra mi recuerdo.
Donde no soy mas que un fantasma...





miércoles, 20 de febrero de 2008

Consciencia

Son los clavos en el suelo
bajo tus desnudos pies
los que te hacen ver
que caminas.
Son tus pulmones ardiendo,
retumbando en tus entrañas
los que hacen que comprendas
que respiras.

Te encuentro en el vacío,
apenas me vislumbras
mecido por la percusión
sobre tu piel.
Golpe tras golpe, sangre tras sangre.
Una y otra vez hasta ensalzar
el pensamiento de que estás vivo.
tu lugar, tu cadencia, tu caer.

Sin dolor no hay consciencia.
Sin consciencia, existencia.
Y en la nada del sinsabor nos perdemos,
enjutos, secos, sin lágrimas.
Sin rostros amados que nos atormenten.
Sin sombra de nosotros y nuestra hiel.
Y en la muerte del sentir
recibimos la paz.