lunes, 18 de agosto de 2008

A veces soy...

A veces tengo miedo de ser tan poco humano.
De verme desprovisto de emociones, de recuerdos,
de una causa que me impulse a luchar hasta la muerte,
de tener algo hermoso que guardar y defender.

A veces me descubro esquivando las miradas
y pidiendo a grito ahogado no sentirme rodeado
de un gentio que aborrezco, sin ver que por igual
me hundo entre ellos cuando no quiero nadar

Y qué debo hacer, si soy un Jack sin Sally,
un paso primordial hacia el fin del mundo.
Todo es distinto si descubres el sentido
de que nada tiene sentido, nada posee un fin.
Lo eterno no existe y el intento es gesto pueril,
descarado y sin razón, con su olor a vinagre,
su color de centella y su engaño engalanado
en un satén rojo y un acento descubierto.

Y es que a veces creo ser,
pero sé que no soy.
Y al saberlo, me convierto en lo que fuí.
Algo a lo que no estoy acostumbrado a ser...





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